Barrera cutánea, ácidos, mezclas, reparación ¿qué? ¡Todo lo que tienes que saber sobre ciclos!



Por mas de tres años llevamos escuchando sobre el skin cycling donde nos proponen hacer una rutina intercalada de ácidos, hidratantes, y del resto de productos que utilizamos para nuestro cuidado facial con el fin de obtener mejores resultados, pero en realidad, ¿qué es lo importante del skin cycling?

Empecemos con explicar cómo funciona nuestra piel, esta consta de tres capas, las cuales tienen funciones independientes pero también complementarias, en la primera capa (Capa cornea) hay una misión y es proteger y permitir que las bacterias necesarias promuevan el óptimo funcionamiento de la piel y el óptimo contacto con la piel como también la eliminación de las células muertas, en la segunda capa (Epidermis) hay una función de la regulación de los hidratos y las grasas y en la tercera capa (dermis) procesos de regeneración y buen mantenimiento del colágeno que de alguna forma es lo que tu piel necesita para mantenerse elástica, equilibrada y con una mejor apariencia. Por ende, en tus tratamientos de día y noche debemos promover el buen funcionamiento de estas tres partes.

Ahí es donde los ciclos de tratamiento son vitales con el fin de darle protagonismo a cada parte de la piel y también permitirle el proceso de asimilación, descanso y recuperación que requiere.

Entonces ahora sí,
¿cómo hago esos ciclos en mi piel?


Primero, los ácidos nos brindan dos funciones que nos ayudan con la eliminación de las células muertas, pero también con la estimulación del colágeno en la última barrera, si bien cada ácido tiene funciones diferenciales como ayudarnos a dar luminosidad, regenerar tejidos y con los poros su principal misión es regenerar e impactar en el buen funcionamiento de la piel ¿pero qué pasa? El uso excesivo sensibiliza nuestra piel, por ende, no es recomendable el uso diario sino utilizarla por ciclos.

Es ahí donde en el segundo día no podemos seguir usando ácidos si no que pasamos a ayudar a que la piel descanse y se repare, entonces hay es donde entran los regeneradores de piel e hidratantes que son indispensables, pues nos van a ayudar a calmar y regular hidratos y lípidos que los ácidos hayan descuadrado.

En el tercer día pueden pasar dos cosas, si ya vienes usando ácidos por más de dos o tres años, en este día puedes usar ácidos más ligeros como el glicólico, el azelaico o la niacinamida y al siguiente día vuelves a darle un descanso a tu piel con hidratantes y regeneradores de la barrera cutánea, luego vuelves a los retinoides y hay si al siguiente día realizar exfoliación, el día que realices exfoliación vas a utilizar productos que ayuden a tu piel a limpiar, eliminar células muertas dar luminosidad y regeneración, al siguiente día vuelves a utilizar retinoides o si bien puedes utilizar hidratantes y regeneradores.

Si bien estos ciclos funcionan en la mayoría de las pieles, pero no quiere decir que en tu piel funcione igual es importante y esto no hace que tu rutina sea menos efectiva, es el buen uso de los ciclos y que la piel pueda asimilar bien los tratamientos.

Recuerda que el uso de ácidos se debe hacer de forma escalada y muchas veces los retinoides, lácticos, mandelicos, tranexámicos necesitan fases de inducción prolongadas es decir que su uso no es tan frecuente en los primeros años.

Así que es importante organizar tu rutina de forma que sea eficiente tolerable y aporte resultados a tu piel.

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